Hoy os traemos una receta muy sencilla del Roscón de Reyes.
Como ya sabéis, este tipo de elaboraciones se tienen que hacer en mínimo dos días, ya que necesitamos elaborar previamente una masa madre y dejar que fermente en nevera durante 1 día.
El roscón de reyes que os propongo hoy, es ideal para emergencias. Y con emergencias me refiero a: ¡No tengo tiempo de ir a comprar un roscón! ¡Se me olvidó encargarlo! ¡En teoría comíamos fuera y ahora vienen todos a casa!
Así que, no temáis, os traemos la solución.
Como os he comentado antes, para elaborar este roscón no necesitamos masa madre. Elaboraremos una masa suave, con toques cítricos y anisados.
INGREDIENTES:
500 gr de harina de espelta (realmente este tipo de harina no es la más idonea para este tipo de masa, pero es la que yo utilicé y quedó fantástico)
40 gr de mantequilla
ralladura de piel de media naranja
ralladura de piel de medio limón
110 gr de azúcar blanco
25 gr de levadura fresca
3 huevos medianos para la masa
140 gr de leche
una cucharadita de café de anís en grano
1 huevo para pintar
UTENSILIOS NECESARIOS:
Molde desmoldable de 18 cms de diámetro
Horno
Máquina amasadora
Túrmix
PREPARACIÓN:
Pelamos el limón y la naranja. En un vaso de batidora, agregamos las peladuras junto al anís y el azúcar. Trituramos. Nos quedará un azúcar de color anaranjado y muy aromático.
En un bowl, agregamos la leche a temperatura ambiente y disolvemos la pastilla de levadura fresca en ella.
Agregamos el azúcar, los huevos uno a uno y mezclamos hasta incorporar los ingredientes.
Añadimos la harina, en forma de lluvia y poco a poco y vamos integrando bien.
Incorporamos la mantequilla y mezclamos.
Una vez incorporados todos los ingredientes, nos embadurnaremos las manos con aceite y nos disponemos a trabajar nuestra masa.
Veréis que la textura será un poco pegajosa. Es normal. Para trabajarla, es esencial tener las manos bien engrasadas. Es importante que no añadáis harina a la masa. Veréis que con el amasado, ésta cambiará y se volverá menos pegajosa y más elástica.
La volvemos a meter en el bowl, la tapamos con papel film a piel y la dejamos reposar durante 2-3 horas dentro del horno (apagado). Esta será la primera fermentación.
Pasado este tiempo, sacaremos la masa del horno, le daremos un breve amasado para desgasificarla del posible gas restante que haya quedado de la fermentación y le daremos forma al roscón.
Lo introducimos en el molde desmoldable y dejamos reposar 2-3 horas dentro del horno (apagado). Esta será la segunda fermentación.
Una vez transcurrido este tiempo, encenderemos el horno a 180ºC para precalentarlo.
Momento de decorar el roscón. Mientras el horno se calienta, pintamos nuestro roscón con huevo batido y le añadimos las decoraciones que más nos gusten. Podéis ponerle azúcar, fruta escarchada, cerezas, almendra picada o fileteada, etc. En nuestro caso, utilizamos la naranja sobrante que teníamos, cortándola a rodajas y disponiéndola encima del roscón.
Horneamos a 180ºC durante 25 - 30 minutos, dependiendo de vuestro horno. Es importante que la corteza exterior esté crocante y doradita.
Por último, dejamos reposar (si podemos) y desmoldamos.
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